Category: Terapia orgónica


                                    El test sanguíneo de Reich

Análisis de sangre en “vivo” de un organismo sano y energético. 3000x.
Análisis de la sangre en “vivo” de un organismo muy enfermo con pérdida casi total de su energía. 3000x.
Análisis de sangre en “vivo” de un organismo debilitado y con poca energía. 3000x.Cuando un paciente llega a la Clínica de Medicina Orgonómica, uno de los parámetros que primero se determinan es el nivel energético de su organismo a través de una gota de sangre. Se observa su carga orgonónica para un diagnóstico y un futuro tratamiento.También se utiliza el Test Sanguíneo de Reich (TSR) para propósitos de prevención, tanto en personas sanas como enfermos, sean adultos, niños o embarazadas, además de darnos una valiosa información de cómo los medicamentos y tratamientos naturistas actúan en el organismo humano.La realización del TSR es sencilla, pero el valor de diagnóstico es incalculable. Por ejemplo, una persona puede estar sana, pero su sangre revelará muchísimo sobre ella. Debe tenerse en cuenta que se examina la sangre viva, sin teñir o fijar, no como se efectúa en los análisis clásicos de sangre. Con esta metodología se conoce su potencialidad para enfermar, su estado energético, el grado de contaminación de la sangre por las energías secundarias (aparatos fluorescentes, onda corta, radar, ordenadores, rayos X, energía nuclear, etc.), así como su propia capacidad energética: su vitalidad y su “futuro” como organismo vivo.

La sangre es el tejido más dinámico del cuerpo humano; cada componente, tanto celular como plasmático están siendo reemplazados constantemente. Desde el punto de vista orgonómico, la sangre es un indicador muy fiable del vigor biológico del organismo, debido a las propiedades que poseen los eritrocitos de poder transportar la energía orgónica. Los hematies transportan la carga orgonótica, la cual es distribuida por los órganos y otras áreas del organismo a través del aparato circulatorio.

El Dr. Wilhelm Reich introdujo el Test Sanguíneo de Reich basado en su comprensión de la célula hemática (el eritrocito) que consideraba un sistema orgonótico (energético) microscópico. El examen de las células hemáticas en estado vivo dará, por lo tanto, una información sobre el estado energético del organismo como una totalidad. En otras palabras, medirá la capacidad de los pacientes de mantener y regular su carga bioenergética.

PROTOCOLO
Iniciamos la investigación sobre el T.S.R. en la Clínica de Medicina Orgonómica en Abril de 1.978, durante la estancia de la Dra. Eva Reich en Barcelona. Colaboramos en la realización del T.S.R. la Dra. Eva Reich, el Dr. Carlos Frigola, una citopatóloga y un ayudante de laboratorio especialista en el uso de los microscopios Zeiss. Quiero presentar algunos de los hallazgos de este trabajo piloto y de otros sucesivos. En la investigación preliminar inicial, utilizamos un microscopio Zeiss con capacidad para 4.000x, el cual estaba provisto de una cámara de vídeo, equipo de microfotografía y filtros de fluorescencia.

Los eritrocitos normales, no fijados, ni teñidos, ni manipulados, observados al microscopio a 1.000x, son vigorosos, con una gran luminosidad y son pulsátiles. Los hematies son circulares u ovales. El citoplasma, repleto de energía orgónica, es de color azul medio, que puede variar hasta el color del agua marina y ocupa un cuarto o más del diámetro de la célula. El campo de energía orgónico o “halo” es amplio, elástico y ocupa un tercio del total del citoplasma de la célula y se extiende hacia el exterior desde la membrana celular. Su color es blanco azulado pálido. En realidad se trata del “aura” de la propia célula, su campo energético orgonótico. En las tomas microscópicas de sangre normal apreciamos también los centros, que son circulares y su diámetro ocupa la mitad de la anchura total de la célula y su color es aproximadamente igual al del “halo”.

Con una observación cuidadosa podemos ver un destello en los hematies, que no es mas que la pulsación orgonótica de la propia célula. Digamos de pasada que estamos observando células vivas, sin contaminar ni teñir, sacadas del cuerpo humano y colocadas en un porta plano en la proporción de 6 gotas de suero fisiológico a 37ºC por gota de sangre. La pulsación se observa mejor en las células que están colocadas de lado. La tridimensionalidad (cualidad 3D) es debida a la tensión o rugor de las células. En la sangre de un organismo sano es donde se observa mejor esta cualidad.

DESINTEGRACIÓN BIONOSA
La célula hemática, una vez sacada de los vasos sanguíneos, empieza a perder su carga de energía y su estructura normal no puede ser mantenida por mas tiempo. Ahora bien, la energía de la célula se re-organiza en una unidad más primitiva: el bion. Este proceso bioenergético ocurre tanto en la sangre normal (perteneciente a un organismo sano) como en la sangre anormal (perteneciente a un organismo debilitado); aunque la manera y el proceso cualitativo y cuantitativo son claramente diferentes en ambos casos.

En las microfotografías que presentamos, pertenecientes a un organismo normal, sano, los biones son de tamaño medio o grande y se forman en el citoplasma de la célula. Son luminosos y de un color azul oscuro, más oscuro que el color original del citoplasma que poco a poco va perdiendo su color. En realidad se trata de concentraciones de energía orgónica. Su forma es la de un collar de perlas dentro de la célula. Observamos también algunos agregados de plaquetas y algunos biones “aislados” y libres en el campo microscópico.

El color azul es el color en que se manifiesta la energía orgónica en las células vivas. En las personas sanas, los biones celulares son grandes y de un color azul oscuro, ya que estos incorporan en su estructura mas carga y “fluido”.

En la sangre debilitada, perteneciente a individuos enfermos, los hematies están colapsados y los biones son centrales y se parecen a un saco de perlas. El campo de energía orgónico o “halo” es estrecho y los citoplasmas son pálidos. Los biones son de tamaño más pequeño y más numeroso.

En los casos extremos, en pacientes con historial de biopatía cancerosa, los biones de los hematies pueden llegar a ser grisáceos o blanquecinos y el propio hematíe puede llegar a estar completamente arrugado y colapsado.

AUTOFLUORESCENCIA EN EL T.S.R.
En nuestra investigación inicial quisimos observar la autofluorescencia de los hematies siguiendo el protocolo original del T.S.R., es decir, observando los hematies sin teñir, ni contaminar, sacados inmediatamente del cuerpo humano en la proporción de 6/1, tal como hemos señalado anteriormente.
Wilhelm Reich pensó que el color azul era el color medio de la excitación de la energía orgónica de los hematies, igual que ocurre con la misma energía en la atmósfera, los océanos o la cumbre de las montañas1. Estudios recientes de Courtney Baker señalan que los pacientes que han recibido radioterapia, los biones de tales hematies pierden el color azulado y se vuelven rojizos2.

En nuestros estudios de auto-fluorescencia quisimos investigar la propia luminosidad de los hematies en el T.S.R. utilizando una serie de filtros que el propio microscopio Zeiss lleva incorporados. En este caso, los biones han tomado la parte derecha del aspectro luminoso del arco iris, es decir, el azul, añil y el violeta: lo que confirmaría que se trata de sangre sana. Por el contrario, la sangre debilitada tomaría el aspectro del rojo y amarillo, es decir, la parte izquierda del aspectro luminoso. Todo ello necesita de confirmaciones posteriores, por ejemplo, las investigaciones llevadas a cabo por Richard Blasband y col. que han realizado el T.S.R. en pacientes que han recibido radioterapia o han sido expuestos a radiaciones nucleares y electromagnéticas3

La terapia energética con orgonites/as es una técnica holística vibracional que utiliza los principios básicos del orgón fundamentalmente. Se complementa con otras terapias y en diferentes secuencias de otras técnicas energéticas,como por ejemplo reiki, que va interactuando con el paciente en función de sus necesidades y de su estado físico, mental, y emocional, sin olvidar la parte espiritual, ya que es precisamente el espíritu, ser superior, divinidad o alma, quien habita y reside en el vehículo físico que llamamos cuerpo material,  y que siendo éste mensajero de transmisión en diversas ocasiones y/o sesiones terapéuticas, quién decide finalmente su evolución en cada plano dimensional y el deseo de ser sanado o ayudado, partiendo de un reconocimiento profundo de su alma divina e inmortal con aceptación, respeto y amor de toda experiencia que viva, viviera y vivirá en este plano terrenal tridimensional y atemporal que ahora ocupamos en este hermoso planeta llamado Tierra.

Somos seres espirituales inmortales viviendo experiencias humanas temporales, no humanos mortales viviendo experiencias espirituales, y como resultado de un sistema dogmático en nuestra era, haciéndonos creer una realidad distorsionada sin darnos cuenta y dando igual el hecho de donde estés, con quien estés y lo que hagas con tu vida y tu libre albedrío.